lunes, 6 de abril de 2020
¡Hola de nuevo, queridos chicos y chicas! Deseo de corazón que estéis bien. ¡Os echo mucho de menos!
Un abrazo para tod@s y para vuestra familia.
Llamada a la SOLIDARIDAD de la que tantas veces hablamos en clase.
En el siguiente enlace (de la Cadena 100 del Grupo COPE) puedes ver una versión de la canción Resistiré en la que colaboran numerosos artistas actuales. Los beneficios que se recauden por visualizaciones se va a donar a Cáritas. Así, podrá ayudar más a la gente que lo necesita.
Pincha en el enlace:
https://www.cadena100.es/musica/noticias/cadena-100-pablo-cebrian-unen-mundo-musica-resistire-2020-himno-vital-frente-coronavirus-20200401_663216
miércoles, 1 de abril de 2020
Puzzles on line de Semana Santa
Domingo de Ramos (9 piezas):
https://www.jigsawplanet.com/?rc=play&pid=2fa4d5c2c0f5
La Última Cena (12 piezas): https://www.jigsawplanet.com/?rc=play&pid=187ec6b6bdac
Lavatorio (15 piezas):https://www.jigsawplanet.com/?rc=play&pid=1a8ef6d93b44
Jesús en la cruz (15 piezas): https://www.jigsawplanet.com/?rc=play&pid=01838e3635df
Jesús resucitado (30 piezas):https://www.jigsawplanet.com/?rc=play&pid=13f934ffdadd
Pascua (12 p iezas):https://www.jigsawplanet.com/?rc=play&pid=1c571160a156
martes, 31 de marzo de 2020
Cadena de favores
En un colegio de Los Ángeles, En Estados Unidos, comenzaba a dar clases Eugen Simonet. Era profesor de Ciencias Sociales. En su primer día de trabajo, lanzó el siguiente reto a sus alumnos:
-Debéis hacer propuestas para mejorar el mundo.
Trevor era un alumno muy imaginativo y se le ocurrió lo siguiente:
-Podemos hacer un favor a tres personas que los necesiten, y les pedimos que ellos ayuden, a su vez, a otras tres más. Así construiremos una cadena de favores.
En ese mismo día, Trevor ayudó a un joven mendigo alojándole en su casa.
Dos meses después, en la misma ciudad, dos delincuentes estaban robando el bolso a una chica en plena calle. En ese momento pasaba por allí Chis, un periodista. Chis se puso a hacer fotografías para que la policía pudiera identificarlos. Pero en un instante, los delincuentes cogieron un coche y escaparon. En su acelerada huida chocaron contra el coche de Chis, que quedó destrozado.
Mientras, un anciano contemplaba la escena. Cuando todo pasó, vio que Chis estaba llorando, sin coche no podía trabajar. El anciano caminó hacia Chis y, dándole las llaves de su lujoso coche, le dijo:
-Te lo regalo. A ti te hace más falta que a mí -le dijo sonriendo.
Chis seguía llorando, pero ya no de pena, sino de alegría.
-Por qué lo has hecho? -preguntó Chis al anciano.
-Hace unos días me mareé en plena calle. Un joven mendigo corrió hacia mí y evitó que me atropellaran. Arriesgó su vida por mí. Yo le hice la misma pregunta y él me respondió: "Te he ayudado con una condición: que tú hagas un favor a otras tres personas que lo necesiten". Por eso -continuó hablando el anciano- te regalo mi coche; así agradezco a aquel joven que me salvara la vida.
Chis seguía escuchando al anciano con mucha atención.
-Y hoy yo te regalo mi coche con la condición de que prestes tu ayuda a otras personas que la necesiten.
En un colegio de Los Ángeles, En Estados Unidos, comenzaba a dar clases Eugen Simonet. Era profesor de Ciencias Sociales. En su primer día de trabajo, lanzó el siguiente reto a sus alumnos:
-Debéis hacer propuestas para mejorar el mundo.
Trevor era un alumno muy imaginativo y se le ocurrió lo siguiente:
En ese mismo día, Trevor ayudó a un joven mendigo alojándole en su casa.

Mientras, un anciano contemplaba la escena. Cuando todo pasó, vio que Chis estaba llorando, sin coche no podía trabajar. El anciano caminó hacia Chis y, dándole las llaves de su lujoso coche, le dijo:
-Te lo regalo. A ti te hace más falta que a mí -le dijo sonriendo.
Chis seguía llorando, pero ya no de pena, sino de alegría.
-Por qué lo has hecho? -preguntó Chis al anciano.
-Hace unos días me mareé en plena calle. Un joven mendigo corrió hacia mí y evitó que me atropellaran. Arriesgó su vida por mí. Yo le hice la misma pregunta y él me respondió: "Te he ayudado con una condición: que tú hagas un favor a otras tres personas que lo necesiten". Por eso -continuó hablando el anciano- te regalo mi coche; así agradezco a aquel joven que me salvara la vida.
Chis seguía escuchando al anciano con mucha atención.
-Y hoy yo te regalo mi coche con la condición de que prestes tu ayuda a otras personas que la necesiten.
- Una vez leído el relato, reflexiona sobre lo importante que es una cadena de favores para conseguir que nuestro alrededor y el mundo entero cambie.
- ¿Estarías dispuesto a hacerla?
viernes, 27 de marzo de 2020
Andrócles y el león
Andrócles era un pobre esclavo que vivía en la antigua Roma. Su amo era un hombre cruel, y lo trataba tan mal que al final decidió fugarse, ocultándose en una selva. Pero no encontraba comida, y se debilitó y enfermó tanto que pensó que moriría. Así que un día entró en una caverna y se durmió. Al rato un gran ruido lo despertó. Un león había entrado en la cueva y rugía furiosamente. Andrócles sintió mucho miedo, pues estaba seguro de que la fiera lo mataría. Pero pronto vio que el león no estaba enfado, sino que cojeaba como si le doliera una pata.
Andrócles cogió la pata coja del león para ver qué le pasaba y vio que una larga espina causaba ese dolor y se la extrajo. El león, agradecido, lamió las manos y los pies de su nuevo amigo. Durante largo tiempo, el león le llevó comida a Andrócles todos los días y ambos dormán juntos.
Pero un día unos soldados que pasaban por el bosque encontraron a Andrócles en la cueva y se lo llevaron preso. La Ley de esa época establecía que todos los esclavos que escapaban de su amo debían luchar contra un león hambriento, así que encerraron un tiempo a un fiero león sin comida para la pelea.
Cuando llegó el día, miles de personas se amontonaron en el circo para ver el espectáculo. Se abrió la puerta y el pobre Andrócles salió a la arena. Estaba medio muerto de miedo, pues ya
oía los rugidos del león. Miró hacia arriba y vio que no había piedad en los miles de rostros que lo rodeaban. Entonces, entró el hambriento león. De un salto llegó hasta el pobre esclavo que soltó
un gran grito, no de miedo, sino de alegría. ¡Era su viejo amigo, el león de la caverna!
La gente, que espera ver cómo el león mataba al hombre, se quedó maravillada- Vio que Andrócles echaba los brazos al cuello del león y que el león se tendía a sus sus pies y se los lamía. Nadie entendía lo que sucedía. Al cabo de un rato pidieron a Andrócles que contara su historia. Andrócles se plantó ante ellos y, rodeando el cuello del león con el brazo, contó que él y la bestia habían vivido juntos en la caverna.

-Yo soy un hombre -dijo-, pero ningún hombre ha sido mi amigo. Este pobre león ha sido el único que fue amable conmigo y nos amamos como hermanos.
La gente se apiadó del pobre esclavo.
-¡Vive en libertad! -exclamaron todos-. -¡Vive en libertad!
Otros gritaban:
-¡Que también liberen al león! ¡Que ambos sean libres!
Así, liberaron a Andrócles y le entregaron el león. Y los dos vivieron juntos en Roma por muchos años.
Reflexiona sobre esta fábula.
Andrócles era un pobre esclavo que vivía en la antigua Roma. Su amo era un hombre cruel, y lo trataba tan mal que al final decidió fugarse, ocultándose en una selva. Pero no encontraba comida, y se debilitó y enfermó tanto que pensó que moriría. Así que un día entró en una caverna y se durmió. Al rato un gran ruido lo despertó. Un león había entrado en la cueva y rugía furiosamente. Andrócles sintió mucho miedo, pues estaba seguro de que la fiera lo mataría. Pero pronto vio que el león no estaba enfado, sino que cojeaba como si le doliera una pata.
Andrócles cogió la pata coja del león para ver qué le pasaba y vio que una larga espina causaba ese dolor y se la extrajo. El león, agradecido, lamió las manos y los pies de su nuevo amigo. Durante largo tiempo, el león le llevó comida a Andrócles todos los días y ambos dormán juntos.
Pero un día unos soldados que pasaban por el bosque encontraron a Andrócles en la cueva y se lo llevaron preso. La Ley de esa época establecía que todos los esclavos que escapaban de su amo debían luchar contra un león hambriento, así que encerraron un tiempo a un fiero león sin comida para la pelea.
Cuando llegó el día, miles de personas se amontonaron en el circo para ver el espectáculo. Se abrió la puerta y el pobre Andrócles salió a la arena. Estaba medio muerto de miedo, pues ya
oía los rugidos del león. Miró hacia arriba y vio que no había piedad en los miles de rostros que lo rodeaban. Entonces, entró el hambriento león. De un salto llegó hasta el pobre esclavo que soltó
un gran grito, no de miedo, sino de alegría. ¡Era su viejo amigo, el león de la caverna!
La gente, que espera ver cómo el león mataba al hombre, se quedó maravillada- Vio que Andrócles echaba los brazos al cuello del león y que el león se tendía a sus sus pies y se los lamía. Nadie entendía lo que sucedía. Al cabo de un rato pidieron a Andrócles que contara su historia. Andrócles se plantó ante ellos y, rodeando el cuello del león con el brazo, contó que él y la bestia habían vivido juntos en la caverna.

-Yo soy un hombre -dijo-, pero ningún hombre ha sido mi amigo. Este pobre león ha sido el único que fue amable conmigo y nos amamos como hermanos.
La gente se apiadó del pobre esclavo.
-¡Vive en libertad! -exclamaron todos-. -¡Vive en libertad!
Otros gritaban:
-¡Que también liberen al león! ¡Que ambos sean libres!
Así, liberaron a Andrócles y le entregaron el león. Y los dos vivieron juntos en Roma por muchos años.
Reflexiona sobre esta fábula.
- Descubre los valores más importantes que aparecen en ella.
- Piensa en situaciones de tu vida diaria en las que tú puedes ponerlos en práctica.
martes, 24 de marzo de 2020
Piensa con qué operaciones matemáticas pueden relacionarse estas acciones.
ACCIONES OPERACIONES
- Ser egoísta
- Pensar en los demás
- Crear conflictos
- Esforzarse
- Mentir
- Vengarse
- Confiar
- Ser responsable
- Escuchar
- Tener miedo
- Acompañar
- Dar alegría
- Soñar
- Construir la PAZ
- Ser avaricioso
- Compartir
- Cuidar
- Tener Fe
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